La Catedral de Lisboa, más conocida como Sé de Lisboa, es la iglesia más antigua e importante de la ciudad. Su construcción data del siglo XII y es predominantemente de estilo románico. Su nombre oficial es Santa Maria Maior.
Sorprendentemente, ha sobrevivido a varios desastres naturales, como el gran terremoto de 1755, que dejó en ruinas parte del edificio religioso. A lo largo de los siglos, la Catedral ha sido renovada y reconstruida en varias ocasiones.
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Historia de la Catedral de Lisboa
Según la leyenda, este sitio fue el hogar de una mezquita que fue convertida en catedral después de que la ciudad fuera conquistada por las cruzadas. Construida en 1147, la Sé fue un monumento a la liberación de Lisboa y una fortaleza en caso del regreso de los moros.
Poco después de la fundación de la catedral los restos de San Vicente de Zaragoza del siglo III, patrón de Lisboa, fueron colocados en la catedral. Se dice que después de haber sido martirizado, el cuerpo de San Vicente fue protegido por una bandada de cuervos. Hasta el día de hoy el cuervo sigue siendo un símbolo de Lisboa. Estas reliquias se encuentran ahora en la sacristía (o tesorería) de la catedral.
La catedral fue fundada alrededor de 1150. A finales del siglo XIII el Rey Dinis de Portugal construyó un claustro de estilo gótico. Por su parte, su sucesor, Afonso IV de Portugal convirtió la capilla principal en un panteón real en estilo gótico para él y su familia.
Los terremotos importantes en 1344 y 1755 dañaron la estructura. Esto destruyó la capilla principal gótica y el panteón real. Los claustros y muchas capillas también fueron destruidas.
La catedral de Lisboa fue parcialmente reconstruida a principios del siglo XX, dándole la apariencia que tiene hoy en día. Más recientemente el patio central del claustro ha sido excavado y muestra signos de los períodos romano, árabe y medieval.
Arquitectura de la Catedral de Lisboa
La fachada llana de la catedral, al estilo de una fortaleza, está marcada por un gran rosetón posicionado sobre la entrada principal. Este y los dos campanarios son las indicaciones más claras del propósito del edificio.
La mayoría de la arquitectura de la catedral es de estilo románico, aunque hay considerables influencias góticas que se ven en secciones añadidas en el siglo XIII.
La catedral de Lisboa ha conservado la fachada oeste, el portal principal, el portal lateral norte y la nave de la catedral. Los portales tienen interesantes capiteles esculpidos con motivos románicos.
El interior es bastante sombrío y austero, aunque esto se atribuye en parte al extenso daño causado por el gran terremoto de 1755. La excepción es la capilla principal que fue reconstruida después del terremoto en un estilo neoclásico y rococó más colorido con mármol de color.
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Que ver en el interior
La catedral de Lisboa es un edificio con forma de cruz latina con tres naves. Tiene un crucero y una capilla principal rodeada por un ambulatorio. La iglesia está conectada con el claustro por su lado oriental.
La nave de la catedral está cubierta por bóvedas de cañón. Además, tiene una galería arqueada superior (triforium). La luz natural entra a través de las rosáceas de la fachada y el transepto oeste. Por su parte las ventanas estrechas de los pasillos laterales de la nave así como las ventanas de la torre de la linterna del transepto también juegan un papel importante en la iluminación.
El plano general de la catedral es muy similar al de la Catedral Vieja de Coimbra, que data del mismo período. Una de las capillas del ambulatorio tiene una interesante puerta de estilo románico hecha de hierro.
El original ábside romano fue sustituido en el siglo XIII por una capilla gótica por órdenes del Rey Alfonso IV de Portugal. Esta capilla estaba rodeada por un ambulatorio con capillas que irradian de él. El rey y su familia fueron enterrados en esta capilla principal. Pero tanto las tumbas como la propia capilla fueron destruidas durante el terremoto de 1755.
El ambulatorio sobrevivió y es una obra importante en la historia del gótico portugués. Se trata de un pasillo circular no conectado a la capilla principal con una serie de capillas que salen de él. El segundo piso del ambulatorio está cubierto por bóvedas acanaladas. Y cuenta con una serie de ventanas que llenan el interior con abundante luz. La capilla principal fue reconstruida en estilos neoclásico y rococó durante el siglo XVII.
Otras cosas interesantes que ver en la Catedral de Lisboa
En el interior destaca la fuente donde se dice que San Antonio de Padua fue bautizado en 1195. Además, está la capilla gótica del siglo XIV de Bartolomé Joanes, en donde se puede ver su tumba. También podremos ver el sarcófago del siglo XIV de Lopo Fernandes Pacheco. Y un pesebre de Machado de Castro, un destacado escultor portugués del siglo XVIII.
El claustro medieval fue construido en el siglo XIV por ordenes del Rey Dinis I (1279-1325). Este incluye una parrilla románica de hierro forjado y tumbas con inscripciones. En la sacristía encontramos la tesorería de la catedral. Aquí podemos ver reliquias, iconos y arte religioso de los siglos XV y XVI.
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Información turística de la Catedral de Lisboa
Hay dos secciones turísticas principales en la catedral, la nave, el transepto y el santuario y los claustros en desuso a la retaguardia. Los claustros han sido parcialmente excavados. Esto a revelado los cimientos subyacentes de la mezquita en la que se construyó la Catedral.
Las secciones religiosas de la catedral están abiertas al público todos los días desde las 7:00am hasta la misa vespertina. Esta es celebrada en portugués a las 19:00. No hay cuota de admisión a la catedral principal, pero todos los visitantes deben asistir vestidos adecuadamente. Los claustros están abiertos todos los días de 10:00 a 17:00 y hay un costo de admisión.
Las visitas típicas a la Catedral de Lisboa duran entre 15-20 minutos con un adicional de 20 minutos para los claustros. La Sé está situada en la carretera principal de Baixa a Alfama y la estación de metro más cercana es Rossio. Pero el más pintoresco modo de transporte público es el atractivo y único tranvía amarillo (ruta 28) que pasa directamente en frente de la catedral.