Situado a orillas del río Manzanares, el Real Jardín Botánico de Madrid comenzó como la colección botánica del rey Fernando VI en el siglo XVIII, cuando la botánica era un hobby real. Lechos bien dispuestos, plantas medicinales y hierbas, y varios tipos de árboles y arbustos componen el resto de la variedad de flora. En total se estima que contiene alrededor de 30.000 plantas y flores, y 1.500 árboles.
Especialmente atractivas son las rosas silvestres de muchos matices y variedades. También el Jardín Romántico Clásico con un estanque de patos. El clima agradable de Madrid le permite estar abierto todo el año. Los lugareños lo utilizan como un lugar relajante para el almuerzo. Y los visitantes lo recorren como parte de su itinerario de turismo.
Tabla de contenido
Historia del Real Jardín Botánico de Madrid
El primer jardín botánico creado fue idea de Dr. Andrés Laguna. Este médico le recomendó al Rey Felipe II crear una colección botánica. Este primer jardín se plantó junto al Palacio Real de Aranjuez. Años más tarde Fernando VI decidió trasladar el jardín botánico a la capital. Se instaló en la Huerta de Migas Calientes en el año 1755. Es en este momento en el que se le concede el nombre de Real Jardín Botánico de Madrid.
Para el momento de su instalación en Madrid la colección del jardín era de 2000 plantas. La gran mayoría de ellas fueron recolectadas por José Quer quien además de ser cirujano era botánico. Estas plantas fueron recolectadas a través de Europa, sobre todo en la Península Ibérica e Italia. Otras de las especies llegaron al jardín como producto del intercambio con otros botánicos europeos.
Para el año 1774 era evidente que el espacio estaba quedando pequeño para la gran cantidad de especies que se habían recolectado. Por esta razón, Carlos III da la orden de trasladar el Real Jardín Botánico a su actual ubicación en el Paseo del Prado en Madrid.
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Proyecto del nuevo Jardín
El primer diseño del nuevo espacio le fue encomendado al arquitecto Francesco Sabatini junto al científico Casimiro Gómez Ortega. Entre estos dos especialistas decidieron dar al espacio una distribución en tres niveles. El Real Jardín Botánico de Madrid se inauguró en su nuevo espacio en 1781.
Más adelante, entre 1785 y 1789 se realizó un segundo proyecto sobre el original. Este nuevo proyecto estuvo en las manos de Juan de Villanueva. La idea era la de reajustar el diseño del jardín para que estuviera más acorde con los usos específicos de investigación científica y como centro de enseñanza.
El jardín estaba asentado en 10 hectáreas de terreno que se dividían en tres niveles en formas de terrazas. Cada terraza seguía un trazado octogonal y contaban con fuentes. De las tres terrazas originales de este diseño solo las dos inferiores permanecen sin cambios hasta nuestros días. La terraza superior fue remodelada en el siglo XIX. Alrededor del jardín se encontraba una cerca de hierro que delimitaba este espacio. Había dos grandes puertas de entrada al jardín, la Puerta Real diseñada por Sabatini y una segunda obra de Villanueva que se encuentra frente al Museo El Prado.
El Jardín en el siglo XIX
Ya para principios del siglo XIX el Real Jardín Botánico de Madrid era referencia en la botánica de toda Europa. Esta importancia está dada no solo por la extensión de la colección que albergaba, sino por la gran labor educativa que se desarrollaba en él. Este trabajo de organización y educación estaba dirigido por Antonio José Cavaniles quien era uno de los más renombrados botánicos europeos. Era común que el jardín fuera visitado por la alta sociedad española durante el verano y la primavera. Además, se ofrecían plantas medicinales gratuitas para los visitantes.
Durante la Guerra de la Independencia el jardín sufrió grandemente. Cayó en un desolado estado de abandono, esto a pesar de los esfuerzos del director de turno. Este abandono lamentablemente siguió durante el primer tercio del siglo.
Ya para 1857 comenzaron las reformas al diseño del jardín que aun pueden verse hoy en día. En esta época se reforma la terraza superior y se instala la estufa fría. Durante una época se instaló en el Real Jardín Botánico un zoológico. Este sería luego trasladado al Jardín del Buen Retiro. Lamentablemente no todos los proyectos de este siglo fueron de suma. Para 1880 se retiran de la propiedad del Jardín 2 hectáreas con el fin de construir el edificio del Ministerio de Agricultura.
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Distribución del Real Jardín Botánico de Madrid
Desde un principio el jardín fue diseñado de manera que se pudiera provechar el desnivel original del terreno en el que se asienta. De esta manera se crearon originalmente 3 terrazas. En el año 2005, luego de un proyecto de modernización y ampliación, se agregó una cuarta terraza. Estas están distribuidas de la siguiente manera:
Terraza del Plano de la Flor
Esta es la terraza superior del jardín. Es un poco más pequeña en tamaño que las demás. En este espacio se encuentran una gran cantidad de árboles y arbustos. Este espacio fue dividido en veinticinco figuras delimitadas por setos. En esta terraza se encuentran 5 glorietas entre las que destaca una central que cuenta con una fuente.
Al este de la terraza se encuentra el Pabellón Villanueva. Este espacio es utilizado como un espacio al estilo galería en la que se presentan exposiciones temporales. A su vez, en el norte de la terraza se puede ver el Invernadero Graells que data del siglo XIX. En este invernadero encontramos plantas acuáticas y tropicales. Justo al lado de este histórico edificio se construyó un segundo invernadero mucho más moderno. Este se divide entres espacios diferentes con distintas exposiciones.
Terraza de las Escuelas Botánicas
Esta terraza es la que se encuentra en medio y está dedicada a mostrar una colección taxonómica de plantas. Esta colección se encuentra situada alrededor de doce fuentes. Las plantas están organizadas por familias y le permiten al visitante hacer un interesante recorrido. En él, se pueden estudiar estas plantas yendo desde las más primitivas hasta aquellas que han mostrado mayor evolución.
Terraza de los cuadros
Es la terraza de mayor tamaño y la del nivel más inferior del Real Jardín Botánico de Madrid. Este es el espacio dedicado a mostrar las plantas ornamentales y medicinales. Además de contener interesantes rosales, plantas aromáticas y de huerta. Su nombre se debe a que las plantas se encuentran divididas en cuadros separados por setos. En centro de estos cuadros se encuentran fuentes.
Terraza Alta o de los Laureles
Esta es la nueva terraza que se añadió en los proyectos del año 2005. Es considerablemente más pequeña que las anteriores. Se encuentra justo detrás del Pabellón Villanueva. Este espacio se creó para albergar colecciones especiales. Por ejemplo, la colección de bonsáis que se puede ver actualmente.
Herbario
Está considerado como el más importante de España. Cuenta con cerca de un millón de pliegos entre los que se incluyen algunos que datan del siglo XVIII.
Biblioteca
En esta biblioteca se guardan importantes obras de botánica, historia natural y química. Actualmente hay cerca de 1500 tomos diferentes. Además, se encuentran aquí los archivos correspondientes al mismo jardín. Estos archivos se han mantenido desde 1775 hasta la actualidad.
Sin lugar a dudas el Real Jardín Botánico de Madrid es un sitio digno de visitar. No solo por la importancia de sus colecciones, si no por las belleza de sus espacios.