La parte sur de Brasil ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares de escape más buscados por los locales así como los argentinos y paraguayos que buscan disfrutar de sus días de vacaciones pero más recientemente este destino se ha popularizado entre visitantes de todo el mundo.

Con atracciones que van desde playas cristalinas e imponentes cataratas hasta museos de historia y arte moderno, no es difícil entender el por qué esta región de Brasil ha ganado como lugar predilecto para vacacionar. Esta zona sur está ampliamente habitada y su gente se ha preparado en gran medida para recibir visitantes ofreciendo una amplia infraestructura de hospedaje.

El clima templado del sur de Brasil así como su deliciosa gastronomía y gran cantidad de actividades recreativas a disposición la pone en un lugar privilegiado como destino de viaje.

Te presentamos las 10 Mejores Atracciones del Sur de Brasil

1.- Porto Alegre

Porto Alegre
Porto Alegre

La capital del estado de Rio Grande do Sul, Porto Alegre está situado a lo largo de las orillas del estuario de Guaíba donde cinco ríos confluyen en una inmensa laguna de agua dulce. La gran metrópoli es una de las más prósperas en Brasil, y es una de las ciudades culturalmente más ricas también.

Con su amplia colección de fotografías y artefactos arqueológicos, el Museo Joaquim José Felizardo es una visita obligada para cualquier visitante interesado en el pasado histórico de la ciudad. Por desgracia, los niveles de criminalidad en la ciudad son preocupantes y la zona del centro es claramente la más afectada, incluso durante el día.

2.- Balneario Camboriú

Balneario Camboriú
Balneario Camboriú

Ubicado frente a las colinas escarpadas en la costa del estado de Santa Catarina, el Balneario Camboriú es uno de los balnearios más populares del sur de Brasil. A menudo comparado con Copacabana, la ciudad cuenta con una larga lista de grandes hoteles, clubes y bares que se extiende a lo largo en toda la longitud de la línea de la playa con forma de arco.

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Al igual que Río de Janeiro, el Balneario Camboriú tiene una estatua a gran escala de Cristo de pie encima de una colina con vistas a la ciudad. Un complejo con restaurantes, tiendas y zonas de juegos está ubicado alrededor de la base de la estatua de 10 pisos de altura. Conocido por su animada vida nocturna, el Balneario Camboriú cuenta con atracciones familiares también, incluyendo un zoológico, un acuario y un jardín botánico.

3.- Sao Miguel das Missoes

Sao Miguel das Missoes
Sao Miguel das Missoes

Ubicado en el estado de Rio Grande do Sul, la pequeña ciudad de San Miguel de las Misiones es el hogar de lo que queda de la misión del mismo nombre que data del siglo 17. Las pintorescas ruinas son las mejor conservadas de las siete misiones jesuítas que se construyeron en la tierra de los guaraníes durante los siglos 17 y 18, con el fin de convertir a los nativos al cristianismo.

Ahora protegida como parte de un parque histórico, San Miguel es muy apreciado por la belleza de su entorno así como por el elegante estilo arquitectónico de la misión. Estatuas descubiertas en excavaciones arqueológicas se encuentra en exhibición en el cercano Museo de la Misión que fue diseñado por el renombrado arquitecto Lucio Costa Brasilia.

4.- Blumenau

Blumenau
Blumenau

Ubicado en el estado de Santa Catarina, Blumenau se estableció en gran medida gracias a los alemanes en la década de 1800 y su atmósfera bávara de viejo mundo sigue siendo su principal atracción. El Oktoberfest de la ciudad es el más grande de Brasil y está lleno de fiestas en las calles consumidores de cerveza y se a comparado al carnaval de Rio de Janeiro en tamaño.

La gastronomía y arquitectura de Blumenau inspirada en el estilo alemán atrae a los turistas durante todo el año. Los edificios de entramado diseño de madera con gran encanto abundan en el pintoresco distrito histórico de Vila Germânica donde las bandas alemanas juegan y los restaurantes sirven de todo, desde perros calientes a chuletas de cerdo ahumadas y trozos de jamón.

5.- Parque Nacional Aparados da Serra

Parque Nacional Aparados da Serra
Parque Nacional Aparados da Serra

Abarcando amplias franjas de tierra a lo largo de la frontera entre los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, este, el primer parque nacional de Brasil, fue establecido para proteger los cañones espectaculares de la región. La impresionante Itaimbezinho es la atracción principal del parque.

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Un corto paseo desde el centro de visitantes conduce al borde de este cañón, con vistas a las cascadas que se hunden en el profundo valle. Durante la estación seca, aventureros más fuertes pueden contratar a un guía profesional y pasar un día entero vagando por el lecho del río que atraviesa la base cañones.

6.- Curitiba

Jardín Botánico de Curitiba
Jardín Botánico de Curitiba

La capital del estado de Paraná y su ciudad más grande, Curitiba es a la vez un punto de partida para excursiones en la zona y una ciudad que vale la pena explorar en su propio derecho. Con su extenso sistema de transporte público, zonas peatonales y la abundancia de espacios verdes, Curitiba es considerada un modelo de sostenibilidad del medio ambiente.

Curitiba presume de restaurar la arquitectura histórica como el Antiguo Ayuntamiento y los edificios coloniales de Largo da Ordem. Para apreciar un poco de belleza natural se debe visitar el Jardín Botánico donde se puede pasear por los invernaderos tipo palacio, los laberínticos jardines franceses y el Museo Botánico.

7.- Ilha do Mel

Ilha do Mel
Ilha do Mel

La costa del sur de Brasil cuenta con cientos de hermosas playas, pero pocas se comparan con los tramos vírgenes de arena que se encuentra en Ilha do Mel. Gracias a su designación como una zona ecológicamente protegida, la isla situada frente a las costas del estado de Paraná se mantiene intocada por el desarrollo moderno. No se permiten coches en Ilha do Mel, pero la isla está atravesada por una red de caminos peatonales y senderos.

El número de visitantes diarios se limita en gran medida lo que garantiza que todo el mundo disfrute de una experiencia solitaria. Cuando no se dedican a tomar el sol, natación o el surf, los viajeros pueden disfrutar de un faro, grutas y una fortaleza portuguesa del siglo 18 situados en la isla y que invitan a la exploración.

8.- Morretes

Morretes
Morretes

Situado en las orillas del Río Nhundiaquara en el estado de Paraná, Morretes ofrece a los visitantes una vista panorámica de la vida colonial en el sur de Brasil. Muchas de las estructuras y edificaciones fueron construidas aquí durante la década de 1700 y siguen estando en gran parte intactas, en particular aquellos en el paseo de adoquines que está paralelo al río.

La ciudad colonial es mejor conocida por sus restaurantes y por el barreado, un típico plato local que consiste en un estofado de carne cocido en una olla de cerámica. Morretes es visitado a menudo como parte del paseo a Curitiba, y el popular recorrido Paranaguá-Curitiba por tren pasa por el pueblo también.

9.- Florianópolis

Florianópolis
Florianópolis

Fundada como una ciudad portuaria por los portugueses en la década de 1700, Florianópolis es hoy más conocida por la hermosa isla de Santa Catarina que se encuentra dentro de los límites de la ciudad. Más de 40 playas de arena suave abrazan las costas de esta isla turística, que ofrece un sinfín de oportunidades para practicar deportes acuáticos como el surf y el buceo, parasailing y sandboard.

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Con fácil acceso al mar por un canal, la Lagoa da Conceição es un destino popular también. Las vistas magníficas hacen de la gran laguna de agua salada el lugar perfecto para pasear. Los mejores restaurantes de la isla, tiendas y locales nocturnos se encuentran en esta zona de lujo también.

10.- Cataratas de Iguazú

Cataratas de Iguazú
Cataratas de Iguazú

Ninguna visita al sur de Brasil está completa sin una visita a las majestuosas Cataratas de Iguazú que se encuentra en el punto donde las fronteras de Brasil, Argentina y Paraguay se encuentran. Situadas a poca distancia de Foz de Iguazú, la ciudad más cercana, la inmensa cascada ha sido descrito como “Niagara en Viagra.”

Dependiendo de la temporada, entre 275 y 350 caídas agua se agolpan juntas en cascadas con gradas lanzándose hacia el acantilado en un rugido atronador. Las rutas de senderismo ofrecen vistas panorámicas de las cataratas y vistas en primer plano de la selva exuberante alimentada por el agua constante, los paseos en barco en busca de emociones llevan a los pasajeros cerca de la base de algunas de las cataratas.