Tirana es una ciudad interesante para conocer y visitar, pues encierra en sus diversos rincones, lugares que rememoran tiempos pasados cargados de mucho significado histórico para la región. Te invitamos a conocer más de esta fabulosa ciudad aquí.

Tirana

¿Dónde se encuentra Tirana?

Tirana es la capital y la mayor ciudad de Albania por superficie y población de la República de Albania.

Es también un importante centro comercial, manufacturero y cultural.

Está situada a orillas del río Ishm, justo al oeste de las montañas de Sar, en el centro de Albania, con el monte Dajt, elevándose al este y un ligero valle al noroeste con vistas hermosas al mar Adriático en la distancia.

Tirana está conectada por ferrocarril con la ciudad portuaria de Durrës, en el mar Adriático, lo que facilita la llegada de toda suerte de insumos a la ciudad.

Los principales productos son los textiles, los productos metálicos, el calzado, la maquinaria agrícola y los alimentos procesados.

En 1920, cuando la ciudad fue declarada capital de la Albania independiente, su población no llegaba a los 20.000 habitantes.

Tirana

En un intento por aumentar la población de la ciudad, el rey Zog I rediseñó y reconstruyó la ciudad durante las décadas de 1920 y 1930.

Así, bajo este reinado, se contrató a arquitectos italianos para rediseñar la ciudad. Te interesará también saber de Niseko, con particularidades como Tirana.

Se enfocó el centro de atención en la plaza de Skanderbeg rodeada de lugares como la mezquita de Etehem Bey y el Palacio de la Cultura, de construcción soviética. Muy cerca se encuentra también la Universidad de Tirana, fundada en 1957.

A pesar de esta renovación, el crecimiento seguía siendo lento porque la ciudad carecía de servicios básicos.

A finales de la década de 1930, los aproximadamente 25.000 habitantes de Tirana seguían sin electricidad, agua corriente ni sistema de alcantarillado.

Según el censo de 2011, la población llegó a los 418.495 habitantes y su población mayormente musulmana.

Tirana

En la actualidad, la ciudad alberga numerosas instituciones públicas estatales, representaciones diplomáticas y es el mayor centro de educación del país con universidades públicas y privadas.

Es núcleo de la vida política, económica y cultural del país, siendo vital para la prosperidad del país.

Cuenta con museos, un instituto nacional de folclore, un teatro nacional y una sala de conciertos.

La ciudad sigue creciendo y cambia cada día como centro de la vida política y administrativa de Albania.

Tirana es una ciudad repleta de hoteles, restaurantes, bares, pubs, centros juveniles y artísticos que proporcionan una vida cultural activa y diversa tanto a los locales como a los extranjeros.

En ella se organizan infinidad de actividades nacionales e internacionales, como seminarios, conferencias, festivales, espectáculos, etc., a las que acuden numerosos participantes.

Tirana

Hoy en día Tirana se ha convertido en una gran ciudad y una importante zona de desarrollo urbano visible. Te recomendamos conocer también Ámsterdam.

Historia de Tirana

Fue fundada como ciudad moderna a principios del siglo XVII, específicamente en 1614, por el general turco, Barkinzade Süleyman Paşa Bargjini, un rico feudal del pueblo de Mullet.

De él se dice que construyó una mezquita, una casa de baños turcos, una panadería y algunas posadas con la finalidad de atraer a los habitantes.

Estos edificios se convirtieron así en el centro de la nueva ciudad.

Con el transcurrir de los años, poco a poco, la ciudad se convirtió en un centro comercial en un cruce de caminos y rutas de caravanas, hasta que en 1920, un congreso celebrado en Lushnjë la eligió como capital de Albania.

Orígenes

Los primeros indicios de asentamiento en Tirana se remontan al siglo I d. C. en la parte suroeste de la ciudad, cerca del manantial natural Shëngjini.

Fue aquí donde los trabajadores de las excavaciones tropezaron con el famoso mosaico de Tirana en 1972.

Tirana

Los arqueólogos creen que este mosaico perteneció inicialmente a una vivienda rural, conocida como vila rustica, antes de ser sustituida por otra estructura en el siglo III.

Esta nueva estructura estaba dividida en dos partes, una sección residencial (pars urbana) y una sección de producción agrícola (pars rustica).

Más tarde, en el siglo IV, el edificio fue reconstruido como iglesia. Se dice que muy cerca, en la iglesia de Shën-Gjin, se casó Jorge Castriota, que en albanés es Gjergj Kastrioti, mejor conocido como Skanderbeg, quien fue un aristócrata y militar albanés, considerado como el héroe nacional de Albania.

Allí se habría desposado con Donika Muzaka en el siglo XV.

La siguiente señal importante de asentamiento histórico en Tirana procede del Castillo de Tirana, cuyas principales fortificaciones se construyeron durante el periodo bizantino temprano, entre los siglos IV y VI.

Skanderbeg

En 2001 y 2008 se llevaron a cabo excavaciones en el castillo, que descubrieron que las primeras reminiscencias del mismo fueron construidas bajo el mandato del emperador Justiniano en el Nuevo Epiro, situado en la provincia de Durrës.

Una parte de los muros del castillo que se ven hoy en día pertenecen a reconstrucciones más recientes del castillo, concretamente a la de Ahmet Pasha Bargjini, cuyas fortificaciones se erigieron sobre las ruinas del antiguo castillo en la segunda mitad del siglo XVIII.

Durante este periodo, la fortaleza se convirtió en objeto de una guerra de varios años entre los gobernantes Toptani de Kruja y los Bushatlli de Shkodra.

Hoy en día, se conserva una parte de la muralla norte y su tramo sur, que se entrelaza admirablemente con las infraestructuras modernas de los alrededores.

Entre estos dos periodos principales en los que se construyó, y reconstruyó, el castillo de Tirana, ésta estaba bajo el gobierno de un cónsul angevino.

Varios siglos después, en el siglo XV, Skanderbeg desplegaría la mayor parte del ejército en Tirana en su famosa rebelión contra el Imperio Otomano.

Aunque las edificaciones hechas en 1614 por Sulejman Pasha Bargjini marcaron un hito histórico importante, la tumba de Kaplan Pasha, más que estos nuevos edificios, es el único rastro del restablecimiento de la ciudad.

Sulejman Pasha Bargjini

Imperio otomano

Albania fue gobernada por el Imperio Otomano en diferentes periodos desde 1479 hasta 1912.  Fueron más de 400 años de dominio otomano.

Éstos entraron por primera vez en Albania en 1385 por invitación del noble albanés Karl Thopia para reprimir a las fuerzas del otro noble albanés Balsha II en la batalla de Savra.

El Sanjak de Albania se estableció en 1420 controlando la mayor parte de Albania Central, mientras que el dominio otomano se consolidó en 1479, tras la caída de Shkodra.

Los albaneses se rebelaron de nuevo en 1481, pero los otomanos controlaron finalmente la región en 1488.

Éstos colocaron guarniciones en todo el sur de Albania en 1418 y establecieron una jurisdicción formal en la parte central en 1431.

Imperio otomano

En 1431, muchos príncipes albaneses, entre ellos Gjergj Arianiti, la familia Zenevisi y Gjon Kastrioti o Skanderbeg, iniciaron una guerra contra el Imperio otomano que se saldó con la derrota de Gjon Kastrioti y la victoria de Gjergj Arianiti en cinco batallas.

Estas victorias albanesas dieron paso a la llegada de Skanderbeg en 1443 a Kruja.

La resistencia y la guerra albanesa contra los otomanos continuó durante 37 años.

Los albaneses entrarían más tarde, en los siglos XV y sobre todo XVI y XVII, en un período de islamización.

A través de la conversión al islam, los albaneses acabarían dominando las estructuras de poder otomanas, a pesar de su escasa población, teniendo en cuenta el gran territorio y la enorme población del Imperio otomano.

Se convertirían en una de las naciones más importantes y prestigiosas del Imperio, desempeñando un papel destacado, especialmente en los siglos XVII, XVIII y XIX.

Segunda Guerra Mundial

Tras una rebelión encabezada por Ahmed Bey Zogu, Albania se convirtió en una república.

Sin embargo, tres años después tomó el título de rey Zog, quien permaneció en el poder hasta que Albania fue invadida por el ejército italiano en abril 1939.

Con esta invasión comenzó la Segunda Guerra Mundial para Albania. En ese entonces Benito Mussolini obligó a Zog a exiliarse y el rey de Italia asumió la corona albanesa.

La Italia fascista convirtió a Albania en su protectorado o estado títere y muy pronto la transformó en centro de resistencia antifascista.

La resistencia a la ocupación italiana provino principalmente de las fuerzas comunistas dirigidas por Enver Hoxha, cuyos grupos se unieron a inicios de 1942.

Hoxha

Al final de la Segunda Guerra Mundial, Hoxha logró imponer su mandato en Albania.

La batalla por la liberación de Tirana de sus invasores alemanes se convertiría más tarde en la más sangrienta de la historia de Albania.

No obstante, el 17 de noviembre de 1944, tras 19 días de guerra, Tirana fue finalmente liberada.

Como protección por posibles ataques, tras romper con todos sus aliados, Hoxha ordenó construir más de 750.000 bunkers por todo el país, que son en la actualidad museos para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado.

Período comunista

Una vez concluida la guerra, Albania pasó a estar fuertemente influenciada por Stalin y la Unión Soviética, lo que se reflejó en los importantes cambios realizados en la apariencia de Tirana, ya que la ciudad llegó a adoptar estilos arquitectónicos más estalinistas hasta principios de la década de 1990.

El 8 de noviembre de 1941 se fundó el Partido Comunista Albanés con Enver Hoxha como primer secretario, cargo que ocupó hasta su muerte en abril de 1985.

Los comunistas dirigieron la resistencia contra los italianos y, a partir de 1943, contra los alemanes, llegando a inmovilizar 15 divisiones combinadas germano-italianas.

Tras superar las sucesivas ocupaciones italiana y alemana (1939-1944) durante la Segunda Guerra Mundial, el 11 de enero de 1946 se proclamó en Tirana una República Popular comunista.

Posteriormente, la ciudad se expandió considerablemente con ayuda soviética y china.

Postcomunismo

Albania pasó la mayor parte de los últimos 60 años bajo el dictador estricto y aislacionista, Hoxha.

Al morir éste en abril de 1985, su antiguo socio Ramiz Alia asumió el liderazgo.

Hubo una relajación en las restricciones que se habían impuesto, pero todo el sistema se desmoronaba cada vez más.

La gente ya no se molestaba en trabajar en las granjas colectivas, lo que provocaba escasez de alimentos en las ciudades, y las industrias empezaban a fallar al agotarse las piezas de recambio.

Tras las manifestaciones estudiantiles de diciembre de 1990, el gobierno accedió a permitir los partidos de la oposición.

Se formó el Partido Democrático, dirigido por el cardiocirujano Sali Berisha.

Se produjeron otras manifestaciones que generaron nuevas concesiones, como la promesa de elecciones libres y sindicatos independientes.

El gobierno anunció un programa de reformas y se purgó a los partidarios de la línea dura.

Las elecciones de marzo de 1992 pusieron fin a 60 años de gobierno comunista y tras la dimisión de Alia, el parlamento eligió presidente a Sali Berisha en abril.

Durante esta época, Albania pasó de un régimen comunista fuertemente controlado a un desenfrenado libre mercado.

Surgió una enorme red de contrabando que introducía en el país Mercedes-Benz robados, y algunas antiguas granjas colectivas se convirtieron en plantaciones de marihuana.

La población de Tirana se triplicó al unirse a los exiliados internos expulsados de las antiguas granjas colectivas.

A finales de 1996 se produjo una grave crisis cuando los planes privados de inversión piramidal, que se cree que fueron apoyados por el gobierno, se derrumbaron inevitablemente.

Alrededor del 70% de los albaneses perdieron sus ahorros, lo que provocó disturbios y revueltas en todo el país.

Se convocaron nuevas elecciones, y el victorioso Partido Socialista de Nano, que había sido liberado de la cárcel por la multitud desbocada, pudo restablecer cierto grado de seguridad y confianza de los inversores.

En la primavera de 1999, se enfrentó a la afluencia de 465.000 refugiados del vecino Kosovo.

Aunque esto supuso una enorme presión sobre los recursos, el efecto neto ha sido positivo, en virtud de que se han recibido importantes cantidades de ayuda internacional, el sector de los servicios ha crecido y la inflación ha descendido a un solo dígito.

Desde 2002, el país se encuentra en una especie de miniboom, con mucho dinero invertido en proyectos de construcción y renovación de infraestructuras.

Las elecciones generales de 2005 supusieron el regreso al gobierno del Partido Democrático de Berisha.

¿Qué hacer en Tirana?

Por haber estado aislada durante tanto tiempo tras la “Cortina de Hierro” hasta 1991, se podría pensar que Tirana, la capital de Albania, sería un lugar aburrido y poco interesante para visitar.

Sin embargo, al llegar al centro de la ciudad, los visitantes quedan sorprendidos por las arquitecturas coloridas, bulevares llenos de vida y una rica cultura que no se parece a la de ningún otro país. Algunas de estas increíbles edificaciones son:

Plaza de Skanderbeg

En Tirana, parece que todos los caminos llevan a la plaza de Skanderbeg, porque es la plaza principal, que lleva el nombre del héroe nacional Skanderbeg desde el 26 de noviembre de 1937. en cuyo centro se exhibe una gran estatua del héroe.

Es un lugar emblemático, que ha sido renovado recientemente, y es una visita obligada para todo aquel que llega a Albania.

La misma se ha constituido en pieza central para la ciudad, que une a Albania como país y que fue ornamentada con árboles, plantas y vegetación de todas las zonas de Albania.

Está rodeada de construcciones tradicionales, tales como:

  • El teatro de la ópera
  • El Museo Nacional de Historia
  • La mezquita Et’Hem Bey
  • El Antiguo Bazar
  • La Torre del Reloj.

Sin embargo, en un principio durante el período del comunismo, se había erigido en la plaza la estatua de Stalin, la cual permaneció hasta 1968 cuando fue reemplazada por el monumento de Skanderbeg.

Dicho monumento se colocó con motivo del 500 aniversario de la muerte de este héroe y se trata de una obra de arte de los escultores Odhise Paskali, Janaq Paço y Shaban Hadëri. Se inauguró el 11 de enero de 1968.

Ahora, la plaza de Skanderbeg es un espacio abierto solo para disfrute de los peatones.

Mezquita Et´hem Bey

Es la única mezquita que aún se conserva de las ocho que se construyeron en Tirana en los siglos XVIII y XIX.

Sus cimientos fueron puestos por Molla Bey a finales del siglo XVIII, y la capilla fue completada por su hijo Haji Et’hem Bey en el primer cuarto del siglo XIX.

Molla Bey consiguió construir la cúpula de la mezquita, pero a causa de su muerte, no pudo terminar ni el alminar, el pórtico, el enlucido ni la decoración de los muros de la mezquita.

Fue su hijo Haji Et’hem Bey, que terminó el tejado, construyó el pórtico y lo decoró con pinturas y adornos. La capilla se terminó entre 1820 y 1821.

Se levanta sobre unos cimientos de forma cuadrada con una longitud y una anchura de 18,70 x 16,10 metros y una superficie de 301 m2.

Se construyó con piedras traídas de la aldea Shtish – Tufinë, situada en el lado este de Tirana. Ninguna de las cuatro fachadas de la mezquita se parece a la otra.

La sala de oración es de planta cuadrada y se construyó con un volumen único cubierto con una lata de plomo.

El pórtico tiene la forma de la letra “L”, mientras que la parte sur está cerrada con un muro y está cubierto por un tejado de madera y techo plano.

El santuario tiene 18 ventanas en dos líneas horizontales, que le dan una luz limitada para crear una atmósfera mística.

Es un espacio abierto con arcadas sobre columnas que, en contacto con los muros, son medias columnas.

A la izquierda y a la derecha de la puerta principal hay dos tumbas. A la derecha está la tumba de Ballkizit, hija de Sali Bey y esposa de Haji Et’hem Bey, que murió en 1844, la lápida de la tumba sigue siendo actual.

A la izquierda está la tumba de Haji Et’hem Bey, donde está escrita la fecha de su muerte en 1849, pero falta la lápida de los azulejos.

Forma parte de los edificios del complejo de mezquitas que conforman el centro histórico de Tirana y es un conjunto arquitectónico junto con la Torre del Reloj.

La Mezquita de Et’em Bey fue declarada monumento cultural de primera categoría en 1948.

Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania

La Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania, también conocida como Iglesia Ortodoxa de Albania, es una iglesia ortodoxa oriental autocéfala.

Se declaró su autocefalia en 1922 mediante el congreso celebrado en esa fecha, y obtuvo el reconocimiento del Patriarca de Constantinopla en 1937.

La iglesia sufrió ataques durante la Segunda Guerra Mundial y en el periodo comunista que le siguió, especialmente después de 1967, cuando Albania fue declarada Estado ateo y no se permitió ninguna expresión pública o privada de la religión.

Sin embargo, desde que se restableció la libertad de culto en 1991, la Iglesia, como institución, ha experimentado un renacimiento, en vista de que se han reconstruido o restaurado más de 250 iglesias y se ha ordenado a más de 100 clérigos.

Tiene 909 parroquias repartidas por toda Albania, y entre 500.000 y 550.000 fieles, no confirmados.

Museo Nacional de Historia de Albania

Fue inaugurado el 28 de octubre de 1981 y tiene 27.000 m2, con 18.000 m2 disponibles para exposiciones.

Encima de la entrada del museo hay un gran mosaico mural titulado “Los albaneses” que representa a supuestos personajes de la historia de Albania, desde los más antiguos hasta los más modernos.

El museo incluye los siguientes pabellones:

  • El de la Antigüedad
  • El de la Edad Media
  • El del Renacimiento
  • El de la Independencia
  • El de la Iconografía
  • El de la Guerra Antifascista de Liberación Nacional
  • El del Terror Comunista
  • El de la Madre Teresa.

La pirámide

Se inauguró el 14 de octubre de 1988 como museo del dictador albanés Enver Hoxha.

Su estructura triangular fue proyectada por un grupo de arquitectos y dirigida por la hija y el yerno de Enver Hoxha.

Su construcción comenzó en 1986 y finalizó en 1988, sirviendo entonces como museo en su herencia hasta 1991.

Después de 1991 se convirtió en un Centro de Conferencias y Ferias.

El nombre de Pirámide le fue dado durante el “Movimiento Estudiantil” de diciembre de 1990, debido a su forma arquitectónica.

Hoy se conoce oficialmente como Centro Cultural Internacional Pjetër Arbnori y sigue siendo una pieza arquitectónica de la época del comunismo.

Clima de Tirana

Debido a su ubicación en la llanura de Tirana y a la proximidad del mar Mediterráneo, la ciudad está especialmente influenciada por un clima estacional mediterráneo.

Se encuentra entre las ciudades más húmedas y soleadas de Europa, con 2.544 horas de sol al año.

La altitud media de Tirana es de 110 metros sobre el nivel del mar y su punto más alto mide 1.828 m en Mali me Gropa.

Su clima se debe a que la ciudad está rodeada en su mayor parte por colinas, con el monte Dajti al este y un ligero valle que se abre al noroeste con vistas al mar Adriático en la distancia.

Cuenta con cuatro lagos artificiales: el lago artificial de Tirana, alrededor del cual se construyó el Gran Parque, el lago Paskuqani, el lago Farka y el lago Tufina.

¿Cómo trasladarse por Tirana?

Existen diversos medios de moverse dentro de la ciudad.

En avión

La ciudad cuenta con el Aeropuerto Internacional de Madre Teresa, también llamado de Tirana o de Rinas, que se halla a 17 km del centro de la ciudad con conexiones internas y externas.

En tren

La estación de tren de Tirana solía ser el núcleo ferroviario central de Tirana, pues conectaba con otras ciudades de Albania, como Vlorë y Durrës.

No obstante, tuvo que ser replanificada y en tiempos recientes, como septiembre de 2013, fue cerrada para el transporte de pasajeros y mercancías, y luego demolida para hacer sitio a un nuevo bulevar que lleva de allí hacia el norte.

En virtud de ello, se trasladó la estación a Vorë ese año, y, posteriormente, a la renovada estación de Kashar en mayo de 2015.

En autobús y furgoneta

El transporte público en Tirana consta de varias líneas de autobús intraurbano, que no son muy rápidas, pero sí económicas. Los autobuses marcados como “Unaze” se dirigen a la carretera de circunvalación y recorren el centro de la ciudad en forma de bucle.

También hay líneas que dan servicio a los centros comerciales de las afueras y al aeropuerto de Tirana.

En barco

Tirana no es un puerto, por lo que no se puede llegar directamente en barco. Sin embargo, hay rutas marítimas razonables desde Italia, desde los puertos de Bari, Trieste y Ancona, hasta Durrës, el puerto más cercano a Tirana, desde donde se puede tomar el tren o un autobús hasta Tirana o alquilar un coche.

A pie

El centro de la ciudad es lo suficientemente pequeño como para ser explorado a pie. Caminar es una experiencia gratificante, pero se debe tener en cuenta que las aceras terminan con frecuencia de forma abrupta, tienen grandes agujeros o son muy estrechas.

Los nombres de las calles están sujetos a cambios, por lo que los lugareños rara vez los conocen. Se aconseja aprender a orientarse mediante puntos de referencia en lugar de direcciones o nombres de calles.

En bicicleta

Tirana no tiene fama de ser una ciudad propicia para las bicicletas, pero hay proyectos para mejorar las infraestructuras ciclistas con carriles bici en algunas calles.

En taxi

En la ciudad se pueden encontrar taxis nuevos que utilizan taxímetro,que generalmente resultan más baratos.

La mayoría de los taxis informales o irregulares no utilizan el taxímetro. Se puede negociar el precio antes de entrar en el taxi o pedirles que utilicen el taxímetro y ahorrar dinero.

En coche

Conducir en Tirana es una aventura. El estado de las carreteras varía: algunas están construidas con estándares más modernos, pero es posible que se encuentren carreteras en mal estado o sin pavimentar. Algunos semáforos funcionan, otros no.

El estacionamiento es un gran problema en la mayor parte de la ciudad y con frecuencia se observan vehículos estacionados en doble o triple fila en los carriles de circulación o en las aceras.