El campo de concentración de Dachau encierra en sus espacios un episodio tenebroso de la humanidad, que dejó terribles huellas imborrables. En este post te presentamos parte de su historia, detalles de sus instalaciones y del interesante museo conmemorativo creado para recrear la vida de los prisioneros que allí estuvieron.

Campo de concentración de Dachau

¿Dónde se encuentra el campo de concentración de Dachau?

El campo de concentración de Dachau existió desde el 22 de marzo de 1933 hasta que fue capturado por soldados del 7º Ejército estadounidense el 29 de abril de 1945, cuando se llevó a cabo la liberación de todos sus prisioneros.

Se encuentra en los terrenos de una fábrica de municiones abandonada cerca de la parte noreste de la ciudad de Dachau, a unos 16 kilómetros al noroeste de Múnich, en el sur de Alemania.

El campo sirvió para encarcelar a los opositores políticos del nazismo. Te interesará también la historia de Coliseo Romano.

El régimen nazi construyó el campo de concentración de Dachau sólo unas semanas después de que Adolf Hitler llegara al poder.

Fue el primero de los campos de concentración del régimen nazi y funcionó ininterrumpidamente durante doce años hasta el final de la guerra en 1945, el doble de tiempo que muchos de los otros campos de concentración.

Campo de concentración de Dachau

También se convirtió en uno de los más famosos y se calcula que unos 200.000 prisioneros, procedentes de toda Europa, fueron encarcelados entre los muros de este lugar, donde fueron vejados, torturados y asesinados entre 1933 y 1945.

Heinrich Himmler, jefe de la policía de Múnich y desde 1934 Reichsführer SS, del alemán Schutzstaffel, organización nacionalsocialista durante la República de Weimar, que sirvió como instrumento de dominación y opresión del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP) y Adolf Hitler, lo hizo construir al este de la ciudad de Dachau en el emplazamiento de la antigua fábrica de municiones.

Sirvió, sobre todo en sus primeros años, cuando el NSDAP quería consolidar su poder, para encarcelar e intimidar a los disidentes políticos. Conoce también Acrópolis De Atenas.

Campo de concentración de Dachau

Su organización y disposición espacial sirvieron posteriormente de modelo para nuevos campos de concentración en todo el Reich.

El régimen nazi lo presentó de manera propagandística como un “campo modelo”, por ejemplo mediante fotografías eufemísticas.

Dachau fue también un campo de entrenamiento para los guardias de los campos de concentración y los líderes de las SS, que también fueron desplegados en los campos de exterminio tras el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Este campo no era precisamente un campo de exterminio; sin embargo, en ningún otro se cometieron tantos asesinatos políticos.

De un total de al menos 200.000 prisioneros, murieron unos 41.500. Además, las SS deportaban frecuentemente a los reclusos a otros campos con condiciones más duras o incluso a los campos de exterminio del Este.

Campo de concentración de Dachau

Historia del campo de concentración de Dachau

Como se señaló, el campo de concentración de Dachau fue el primero de los campos de concentración regular establecido por el gobierno nacionalsocialista alemán.

Heinrich Himmler, como presidente de la policía de Munich, lo describió oficialmente como “el primer campo de concentración para prisioneros políticos”.

Durante el primer año, se albergaron allí unos 4.800 prisioneros. Al principio, los internos eran principalmente comunistas alemanes, socialdemócratas, sindicalistas y otros opositores políticos al régimen nazi.

Con el tiempo, también ingresaron otros grupos, como los homosexuales, los testigos de Jehová, los romaníes o gitanos, “asociales” y los delincuentes reincidentes.

Durante los primeros años, fueron relativamente pocos los judíos internados en Dachau y, por lo general, porque pertenecían a uno de los grupos antes mencionados o porque habían cumplido penas de prisión tras ser condenados por violar las Leyes de Nuremberg de 1935.

Campo de concentración de Dachau

A principios de 1937, las SS, utilizando la mano de obra de los prisioneros, comenzaron a construir un gran complejo de edificios en los terrenos del campo original, que colindaba con la antigua fábrica de municiones, a fin de ampliar la zona de prisioneros.

Se utilizó a los internos para realizar este trabajo, empezando por la destrucción de la antigua fábrica de municiones, en condiciones terribles.

La construcción se terminó oficialmente a mediados de agosto de 1938 y el campo permaneció esencialmente sin cambios hasta 1945.

De este modo, Dachau permaneció en funcionamiento durante todo el periodo del Tercer Reich.

Prisioneros judíos en el campo de Dachau

El número de prisioneros judíos en Dachau aumentó cuando comenzó la creciente persecución contra ellos.

Campo de concentración de Dachau

El 10 y 11 de noviembre de 1938, tras la famosa Noche de los Cristales, en la que se llevó a cabo una serie de linchamientos y ataques contra la población judía, más de 10.000 hombres judíos fueron internados allí.

La mayoría de estos hombres fueron liberados después de varias semanas, otros, luego de unos cuantos meses y muchos después de que pudieron demostrar que habían hecho arreglos para emigrar de Alemania.

La fábrica de pólvora

El establecimiento de la fábrica de pólvora y municiones en la región sur de Alemania debía traer prosperidad a la ciudad, pero resultó todo lo contrario.

En 1919 fue cerrada y los nazis utilizaron posteriormente el lugar para el campo de concentración.

La guerra, que debía ganarse rápidamente y que se convirtió en la Primera Guerra Mundial, se constituyó en una cruel batalla de exterminio y en una progresivo desabastecimiento de material, lo que conllevó a que los soldados alemanes se quedaran sin munición.

El Reich alemán necesitaba urgentemente nuevos suministros.

Con la construcción de la Real Fábrica Bávara de Pólvora y Municiones en 1915, Dachau también se convirtió en protagonista de la Primera Guerra Mundial.

Campo de concentración de Dachau

La fábrica era una de las más grandes e importantes de Baviera, que tuvo un breve auge, pero que a larga solo significó penurias y miseria.

Después de que Hitler tomara el poder, los nazis decidieron convertir las instalaciones de la fábrica, que ya estaba en mal estado, en un campo de concentración en 1933.

Se había previsto que se produjera una afluencia de nuevos trabajadores que pagasen impuestos y, por tanto, una reactivación económica de la región rural. Por ello, se iniciaron los primeros trabajos preparatorios en mayo de 1915.

La zona, que en su día fue elegida como el lugar ideal, resultó ser cada vez más difícil. Sólo con dificultad y con fuerzas combinadas, los trabajadores de la construcción, 1200 prisioneros de guerra rusos, pudieron drenar y limpiar la zona pantanosa y boscosa.

Apenas un año después del inicio de la guerra, en octubre de 1915, se creó la dirección de la nueva fábrica de pólvora, conocida popularmente como “Pumpf“.

Era un trabajo peligroso y duro. Un tren especial desde Múnich llevaba a la mayoría de los trabajadores a Dachau.

Su turno comenzaba a las seis de la mañana y, tras nueve horas de trabajo, una pausa para desayunar, comer y merendar, terminaba a las 16:30 horas.

Trabajaban en la planta de prensado de polvo, en una de las naves de mezcla, de amasado o en la nave de secado al vacío.

Sin embargo, el trabajo no era bien pagado. Un trabajador medio de una fábrica ganaba 37 pfennigs por hora, las mujeres incluso sólo 20 pfennigs.

Hoy en día, mucha gente no sabe que la fábrica de municiones desempeñó un papel importante en la Primera Guerra Mundial y fue responsable indirecta de miles de muertes.

Se constituyó en la empresa de municiones más poderosa financieramente del Reino de Baviera.

En 1918, la fábrica facturó 260 millones de marcos. En ese mismo año, hasta 6.000 personas trabajaban en la fábrica. Como la munición seguía escaseando en los frentes, en Dachau se trabajaba a destajo.

Los soldados necesitaban hasta 8.000 toneladas de pólvora cada mes. La fábrica se amplió constantemente, emprendió su propia producción de cartuchos y un campo de tiro para la fabricación de munición de artillería e infantería.

Sin embargo, empezó la escasez de trabajadores, pues los hombres tuvieron que hacer el servicio de guerra, lo que condujo a contratar mujeres, lo que implicó menor producción.

Se llegó a producir unos 400.000 cartuchos diarios y hasta 470 toneladas de pólvora al mes.

Además, entre 1916 y 1918, ocurriendo diez accidentes graves en la fábrica en los que murieron muchas personas.

El campo de concentración 1933-1945

Tras el nombramiento de Adolf Hitler como canciller del Reich el 30 de enero de 1933, los nacionalsocialistas establecieron en pocas semanas una dictadura en el Reich alemán mediante medidas de terror.

Se emprendió una despiadada persecución y eliminación de la oposición política, lo que fue fundamental para lograr su poderío.

Se abrieron campos de concentración en todo el Reich para encarcelar en masa a los opositores políticos, como el de Dachau.

Allí, el 22 de marzo de 1933, llegaron los primeros transportes de prisioneros, en lo que otrora fue el emplazamiento de la fábrica de pólvora y municiones ya en desuso.

Secciones del campo

El campo fue dividido en dos secciones: el área del campo y el área de los crematorios. La zona del campo constaba de 32 barracones, incluyendo uno para los clérigos encarcelados por oponerse al régimen nazi y otro reservado para experimentos médicos.

La administración del campo estaba situada en la garita de la entrada principal.

La zona del campo tenía un grupo de edificios de apoyo, donde estaba la cocina, la lavandería, las duchas y los talleres, así como un bloque de prisioneros o bunker.

El campo estaba rodeado por una valla electrificada de alambre de espino, un foso y un muro con siete torres de vigilancia.

Crematorios

En 1942 se construyó la zona del crematorio junto al campo principal. Incluía el antiguo crematorio y el nuevo en el barracón X con una cámara de gas.

Algunos prisioneros eran sometidos a una “selección” y los que eran considerados demasiado enfermos o débiles para seguir trabajando, eran enviados al centro de exterminio de “eutanasia” de Hartheim, cerca de Linz, Austria.

De manera que varios miles de prisioneros de Dachau fueron asesinados en Hartheim. Asimismo, las SS utilizaron el campo de tiro y las horcas de la zona de los crematorios como lugares para efectuar matanza de los prisioneros.

Experimentos médicos

En Dachau, al igual que en otros campos nazis, los médicos alemanes realizaban experimentos médicos con los prisioneros, incluidas las pruebas de gran altitud utilizando una cámara de descompresión, así como experimentos de malaria y tuberculosis, de hipotermia y para probar nuevos medicamentos.

Cientos de prisioneros murieron en estos ensayos o quedaron permanentemente discapacitados.

Trabajos forzados

Los prisioneros de Dachau fueron utilizados como trabajadores forzados. Al principio, se les empleaba en el funcionamiento del campo, en varios proyectos de construcción y en pequeñas industrias artesanales establecidas en el campo.

Luego fueron llevados para la construcción de carreteras, trabajaron en graveras y drenaron pantanos y durante la guerra.

Así también los trabajos forzados con prisioneros fueron cada vez más importantes para producir armamento alemán.

En el verano y el otoño de 1944, para aumentar la producción de guerra, se establecieron campos satélites bajo la administración de Dachau cerca de las fábricas de armamento en todo el sur de Alemania.

Sólo Dachau tenía más de 30 grandes subcampos en los que más de 30.000 prisioneros trabajaban casi exclusivamente en armamento.

Liberación

A medida que las fuerzas aliadas avanzaban hacia Alemania, los alemanes comenzaron a trasladar a los prisioneros de los campos de concentración cercanos al frente para evitar que liberaran a un gran número de prisioneros, llevándolos hacia el sur.

Los transportes de los campos evacuados llegaban continuamente a Dachau, lo que provocó un dramático empeoramiento de las condiciones por hacinamiento.

Tras días de viaje, con poca o ninguna comida o agua, los prisioneros llegaban débiles y agotados, a menudo al borde de la muerte.

Las epidemias de tifus se convirtieron en un grave problema debido al aglomeración en tan poco espacio, a las malas condiciones sanitarias, la insuficiencia de provisiones y el estado de debilidad de los prisioneros.

El 26 de abril de 1945, al acercarse las fuerzas estadounidenses, había 67.665 prisioneros registrados en Dachau y sus subcampos.

Más de la mitad de este número estaba en el campo principal. De ellos, 43.350 estaban clasificados como prisioneros políticos, mientras que 22.100 eran judíos, y el resto entraba en otras categorías.

A partir de ese día, los alemanes obligaron a más de 7.000 prisioneros, en su mayoría judíos, a realizar una marcha de la muerte desde Dachau hasta Tegernsee, más hacia el sur del país.

Durante la marcha de la muerte, los alemanes fusilaron a cualquiera que no pudiera continuar; muchos también murieron de hambre, frío o agotamiento.

El 29 de abril de 1945, las fuerzas estadounidenses liberaron Dachau. Al acercarse al campo, encontraron más de 30 vagones de ferrocarril llenos de cadáveres que habían sido traídos a Dachau, todos en avanzado estado de descomposición.

Religiosos prisioneros

Dachau tenía un “bloque de sacerdotes” especial. De los 2.720 sacerdotes, entre ellos 2.579 católicos, recluidos en Dachau, 1.034 no sobrevivieron al campo.

La mayoría eran polacos, que se estimaron en unos 1.780, de los cuales 868 murieron en Dachau.

Museo conmemorativo Dachau

En 1965, 20 años después del final de la guerra, se creó el Museo Conmemorativo del Campo de Concentración de Dachau en el emplazamiento del antiguo campo de concentración con el financiamiento del Estado Libre de Baviera.

Además de los lugares auténticos de las atrocidades, este museo, que es también archivo y biblioteca, recuerda a sus más de 800.000 visitantes anuales a las víctimas del terror nazi.

Los visitantes pueden ver una exposición permanente en el museo del búnker, que fue una prisión en el antiguo edificio, así como las fosas, campo de tiro, un barracón reconstruido de la prisión y el crematorio.

Complejo de intendencia

En esta edificación se encontraban las oficinas de admisión, la barbería, los talleres, el guardarropa, las cocinas y los baños.

Allí se hacía el ingreso formal del recluso, cambiándole su identificación por la de un número, que le era tatuado en el brazo y con el cual sería nombrado desde ese momento en adelante.

Fosas

Se trataba del área en la que se arrojaban los cadáveres que no fueron cremados para la sepultura común.

Luego de evacuado el campo de concentración el 28 de abril de 1945, tras la guerra, se descubrieron en dicha fosa los restos de 2.200 personas.

La ubicación de esta fosa se puede identificar por los árboles cortados a la altura del tronco.

El campo de tiro

En 1937 y 1938, las SS construyeron un campo de tiro en la comunidad de Hebertshausen, a unos dos kilómetros al norte del campo de concentración de Dachau.

Era una instalación destinada a entrenar a las unidades de las SS y a los miembros de las organizaciones militares en el uso de las armas.

Había cinco pistas y dos campos de tiro, un lugar de lanzamiento de granadas y una oficina de intendencia. A partir de 1941, las SS también utilizaron las instalaciones como centro de tiro de prisioneros.

Así cuando el 22 de junio de 1941 comenzó la guerra de exterminio contra la Unión Soviética con la invasión de la Wehrmacht alemana, los prisioneros del Ejército Rojo eran llevados a estos campos de tiro alemanes, donde eran fusilados.

El trabajo te hace libre

En este campo de tiro de Hebertshausen, las SS asesinaron a más de 4.000 soldados soviéticos entre octubre de 1941 y el verano de 1942.

Para ello las SS les obligaban primero a desnudarse y luego a alinearse en filas de cinco en el callejón de la derecha que lleva al enrejado.

Desde allí los llevaban al segundo callejón, donde los esposaban a los postes y les disparaban.