EL Penal de Ushuaia fue una cárcel en Argentina que funcionó durante los años 1902 y 1947. Las duras condiciones y la ubicación lejana de la prisión acentuó la seguridad e impidió cualquier escape por parte de los reclusos. En el artículo de hoy nos dedicaremos a explorar todo lo referente a este lugar, su historia, construcción y más.
Tabla de contenido
¿Dónde se encuentra el Penal de Ushuaia?
El penal de Ushuaia fue una prisión que se encontraba ubicada en la ciudad argentina de Ushuaia durante los años 1902 y 1947. Debido a la dureza de sus condiciones climáticas y a la alejada ubicación se le consideró como un lugar seguro para el aprisionamiento de los reclusos. De un mismo modo, para este recinto se enviaban a los delincuentes comunes reincidentes y de la más alta peligrosidad, y en algunas ocasiones también era empleado para la reclusión de políticos.
En la Isla de los Estados el primer Presidio Militar estuvo en San Juan de Salvamento entre 1884 y 1889. Luego de esto, fue removido y trasladado a Puerto Cook en el año 1900, y dos años más tarde este hecho volvió a ocurrir y se ubicó en la Bahía Golondrina en la Isla Grande de Tierra del Fuego, situado en el lado oeste de la ciudad de Ushuaia (actual entrada al Aeropuerto).
Historia
El penal de Ushuaia en un primer instante funcionó como una Colonia Penal en el año 1896. Sin embargo, esta idea fue removida y para 1902 se dio comienzo a la construcción del actual edificio con 5 pabellones. Como bien ya se ha mencionado, en un primer momento se realizó su construcción en la fueguina Isla de los Estados el faro de San Juan de Salvamento (apodado el Faro del Fin del Mundo), en la misma bahía en donde se diseñó una cárcel militar.
Luego de esto, el penal fue cambiado al Puerto Cook, dentro de la misma isla. Durante el mes de marzo del año 1899 se debatió la conveniencia de volver a cambiar esta cárcel a la Isla Grande de Tierra del Fuego, esto con el objetivo de prevenir las enfermedades causadas por la extrema humedad y frío de la isla.
Adicional a esto, la falta de infraestructura para el trabajo de los prisioneros hacía que la misma prisión no fuera productiva, la mejor dotada Isla Grande permitía que los reclusos pudieran realizar trabajos de forestación y minería, además de ser considerado un lugar más adecuado.
El 30 de noviembre de 1902, 36 de los reclusos fueron trasladados a la Isla Grande, con la mayor parte de las instalaciones, de esta manera realizarían las labores para finalizar la construcción del edificio. Entre este grupo se encontraba también el jefe del presidio y quince soldados destinados a su custodia. Pasada una semana los 83 presos que aún estaban en la de Cook formaron un motín dando con la huida de 51 de ellos en los pequeños navíos disponibles en la isla.
No obstante, este amotinamiento trajo consecuencias negativas para los fugitivos: siete de ellos murieron, y 39 fueron apresados por Enrique Fliess, el teniente de fragata que estaba a cargo de la base militar. También se cree que fueron capturados por Horacio Balivé, que capitaneaba el ARA Azopardo, un buque de la Armada que transportaba material para el nuevo faro en construcción en la Isla de Año Nuevo. Cuando fueron capturados se les juzgo nuevamente y fueron trasladados a Ushuaia.
Construcción
El el año 1881 el gobierno de Argentino firmó un Tratado de Límites con Chile. Un año después inspirado por el éxito que había entre Francia e Inglaterra en fundar penales en lugares inhóspitos, se planeó la elaboración de una colonia penal en el extremo sur del país.
La construcción del penal de Ushuaia tenía dos objetivos principales: el primero era resolver el problema penitenciario, mientras que el segundo era el repoblar esa región inhóspita, luego de haberse despoblado de indígenas para de esta forma poder afianzar la soberanía de Argentina. La colonización de estas tierras tuvo su comienzo en el año 1869 por los hermanos anglicanos.
En la isla grande e Isla de los Estados, el gobierno creó en el año 1884 las Subprefecturas, lo que transformó Tierra del Fuego en una gobernación y su único pueblo fue nombrado como capital. Fue el comandante Augusto Lasserre quien fundó Ushuaia, dicho nombre tiene su origen en la lengua yamana que significa, “bahía hacia el este”.
En la Isla de los Estados, además de Subprefecturas se empezó la instalación de un faro y un presidio en San Juan del Salvamento, que con el paso del tiempo fue movido hacia Puerto Cook en el año 1902, y cuatro años más tarde finalmente se decidió que quedara en Ushuaia.
El 15 de setiembre del año 1902, se colocó la primera piedra fundamental del “Presidio Nacional”. Toda la edificación se llevó a cabo por medio de los materiales de la región y con mano de obra de los reclusos, que habían sido trasladados a cárceles provisorias. Ya para el año 1920 la edificación había terminado y esta constaba por 5 pabellones de 76 celdas exteriores cada uno.
Esto daba un total de 380 celdas unipersonales de 1,50 por 2 metros, con una puerta de gruesa madera con un orificio vidriado a un metro del suelo, lo que permitía a los guardias vigilar a los prisioneros desde afuera. La ventilación accedía por una abertura enrejada de 20 por 20 cm ubicada cerca del techo, toda esta obra se le consideraba como un gran encierro solitario y absoluto.
En el año 1943 se inauguró un moderno hospital que más tarde fue nombrado como el Hospital de la Base Naval y por mucho tiempo el único en la zona. El primer nombre que se le dio a este lugar fue “Cárcel de Reincidentes”. En el año 1918 fue nombrada como “Cárcel y Presidio de Tierra del Fuego”. Luego, en 1934 se le llamó “Cárcel de Ushuaia” y por último, en 1940, “Cárcel de Tierra del Fuego”. En aquel lugar residían los delincuentes más peligrosos, soldados e incluso por un tiempo se encerraban a políticos.
Pésimas condiciones de los reclusos
A los presos que se encontraban en el penal de Ushuaia se les proporcionaba educación primaria, en caso de no tenerla, y por cada trabajo realizado se les brindaba una retribución. Al mismo tiempo también existía algunos talleres de carpintería, herrería, imprenta, mecánica y zapatería, igualmente otros prisioneros trabajaban cubriendo las necesidades de la propia población del presidio.
Aquellos que tenían una buena conducta eran llevados fuera del recinto para que realizaran la tala de árboles para leña, y en las últimas etapas de su condena eran llevados para que colaboraran en obras pública para la ciudad que también estaba en construcción. En un mismo sentido, había un tren pequeño que se movía hasta la actual ubicación del Parque nacional Tierra del Fuego que servía como transporte de los reclusos.
De igual manera, existen algunos registros fotográficos en el propio museo del Presidio en los que se puede observar que para la década de 1920 los presos formaban una banda de música que animaba a los demás los domingos.
Cierre del penal
A comienzos del año 1947 se decidió el cierre total del penal de Ushuaia. Los presidarios que aún se encontraban en el lugar fueron distribuidos a distintos establecimientos carcelarios sin el denigrante uniforme a rayas, cuyo uso había sido derogado. Dado que la mayoría de los guardias eran extranjeros, estos no tenían más alternativa que regresar a sus países de origen, aunque algunos de ellos decidieron quedarse para abrir negocios en el país.
Los muros de frías paredes, las celdas, los grilletes y todo lo que se encontraba en el interior de este lugar aun se mantiene como piezas del exhibición del museo, en el mismo los visitantes pueden hacerse una idea como era aquel lúgubre lugar al que con justicia se llamó “La Siberia Argentina”.
La Constitución nacional del año 1853, vigente al momento que aún funcionaba la carcel, en el artículo 18 expresa lo siguiente: “Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias para seguridad y no para castigo de los reos retenidos el ellas y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a modificarlos, más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice”.
Características del Penal de Ushuaia
Los 5 pabellones que se encontraban en el penal de Ushuaia se unían en forma radial a una “rotonda múltiple”, donde se concentraban todos los presos con distintos fines: para ser enviados a realizar diferentes tareas, ya fuera en el interior o en el exterior del lugar, como sala de conferencias, celebrar misas, auditorio y cine. Todo esto fue realizado para hacer la vigilancia de los presos cuando se encontraban en sus celdas.
Entre el pabellón 1 y 2 se levantó la cocina y entre el l y el 3, la panadería. Al inicio de cada uno de los pabellones se levantaron unos martillos que tenían distintas funciones, entre ellas estaban bibliotecas, enfermerías, oficinas y más. En algún momento fueron alojados los reclusos en estos salones, este hecho hizo que la población creciera hasta alcanzar los 600 penados.
De una misma manera, el penal de Ushuaia contaba con 30 sectores de trabajo, algunos de ellos se encontraban en las afueras del edificio central pero dentro del predio, y aquellos que no, contaban con un muro que lo circundara, sólo una alambrada de 2 metros de altura coronada de 4 hileras de alambres de púas.
Cuando un grupo de presos comunes era condenado a pasar sus días en el penal de Ushuaia, viajaba durante un mes en las bodegas de los barcos, los tobillos tenían grillos remachados y no se les permitía el salir a la cubierta. El polvillo del carbón de las calderas se filtraba por todas partes, por lo que los reclusos llegaban tiznados y con los pulmones llenos de este carbón que ocasionaba tos.
Al momento que entraban a la cárcel, eran enviados a la ”rotonda” en ella se les distribuían los uniformes, conocidos como “traje a rayas”, de color amarillo con rayas horizontales azul oscuro. En el birrete y la casaca se podía ver un número que era entendido como su identificación el penado mientras duraba su cautiverio.
Una vez que eran asignados a sus lugares, bajo régimen retributivo de trabajo obligatorio se les proporcionaba una labor en las dependencias o talleres, atendiendo las necesidades del penal. Adicional a estas actividades, también eran enviados a prestar servicios a toda la ciudad, construyendo calles, puentes , muelles, edificios y más. Por este hecho se pudo levantar la primera imprenta, teléfonos, electricidad, bomberos etc.
En las afueras del penal los bosques fueron explotados para poder obtener leña para las calderas y calefacción, por su parte, la madera era empleada para la construcción. Para poder realizar el transporte no solo de los guardias y los reclusos, sino también el de los materiales de construcción se tuvo que aperturar un tren de trocha angosta. El mismo se le dio el nombre de “Tren del Fin del Mundo” y en la actualidad funciona como atracción turística.
Reclusos más reconocidos
Para el año 1920, el penal poseía ya cinco pabellones y 386 pequeñas celdas unipersonales de dos por dos metros, provistas de una pequeña ventana, a pesar de que se sabe al final llegó a tener más de 600 internos. Al llegar las 10 am el sol comenzaba a salir y ya llegadas las 3 de la tarde era de noche.
La lluvia, nieve, escarcha, viento, soledad y tristeza trágica era lo que llenaba a los presos durante su estadía en el lugar, de acuerdo a lo establecido en uno de los escritos del diputado Néstor Aparicio, que en el año 1931 llegó a esta cárcel que también por mucho tiempo recibió a una gran cantidad de entidades políticas.
Igualmente, entre los reclusos se encontraba el asesino Mateo Banks, también el asesino en serie Cayetano Santos Godino, al que se conocía como “el petiso orejudo”, y un anarquista de origen ruso que en 1909 mató con una bomba al jefe de la Policía argentina, Ramón Falcón. De esta forma, Simón Radowitzky fue conocido en la historia por ser el único preso que logró huir a Chile, a pesar que fue arrestado y enviado de vuelta.
Igualmente, los presos fueron los responsable de la construcción de calles y edificios de Ushuaia, que hoy cuenta con unos 55.000 habitantes, en donde en un principio solo habitaban los reclusos, los guardias y sus familiares. Por medio de un informe del año 1935 del diputado Manuel Ramírez señalaba, la ley enviaba a este lugar varios tipos de penados, desde criminales comunes reincidentes hasta los confinados por causas políticas.
De una misma manera, a continuación mencionaremos algunos de los presos más importantes que estuvieron confinados en el penal de Ushuaia mientras este estuvo en funcionamiento:
- Gino Gatti: Su verdadero nombre era Giuseppe Baldi, el mismo fue un anarquista con actuación en Argentina y Uruguay. Se vio involucrado en los grupos de Severino Di Giovanni y Miguel Arcángel Roscigna, su popularidad se debía a que era uno de los cerebros de la evasión del Penal de Punta Carretas en 1931.
- Germán Boris Wladimirovich: Fue un anarquista ruso, también era un médico y biólogo, durante algunos años se vio dando una cátedra en Zúrich (Suiza), pero nunca ejerció su profesión, entre sus pasatiempos estaba la pintura y la escritura. Fue parte de el primer asalto con fines políticos en la Argentina, dando inicio al ilegalismo.
- Simón Radowitzky: Fue un anarquista ucraniano conocido por el asesinato del jefe de la policía Coronel Ramón L Falcón, cuando todavía era un menor de edad. Fue indultado por el presidente Hipólito Yrigoyen.
- Miguel Arcángel Roscigna: También se le conoce como Roscigno en algunos textos, fue un anarquista que en el año 1921 se empleó como guardia de cárcel en el Penal de Ushuaia para dar el libre pase a Simón Radowitzky.
- Miguel Ernst: El mismo fue el autor material del asesinato y descuartizamiento de su socio Conrado Schneider cuyo cuerpo fue encontrado por partes en los Lagos de Palermo.
- Pedro Bidegain: Este fue uno de los presos políticos de la presión, conocido por ser presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro en los años 1929 y 1930 y diputado nacional de la Unión Cívica Radical.
- Ricardo Rojas: Su estadía en el penal no duró mucho tiempo, puesto que fue desterrado de Ushuaia por razones políticas.
- Elpidio González: Fue un político argentino que pertenecía a la Unión Cívica Radical, al mismo tiempo se eligió como vicepresidente de la Nación Argentina (1922-1928).
- Mario Anderson Pacheco: Fue un militante anarquista que recibió condena en el año 1932.
Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. En un mismo sentido, le hacemos la invitación a leer también: Museo Del Louvre y Galería Nacional De Londres